Nuestro compromiso no es solo con relación al servicio demandado por el cliente, sino a la forma de prestarlo: salvo las actuaciones de gestión, todos los servicios se prestan bajo la dirección personal del equipo del Bufete, sin delegaciones, salvo consentimiento expreso, en terceras personas desconocidas para el cliente y con las que no existe la relación de confianza en la que se basa el servicio de defensa.

El cliente tiene información continuada y detallada de cualquier novedad relacionada con su caso. Todas nuestras actuaciones son presupuestadas cuando se trata de encargos concretos y perfectamente determinados y, cuando no sea posible por falta de concreción o indeterminación, se aportará presupuesto orientativo que, al finalizar la actuación, se ajustará a las actuaciones realmente desarrolladas y a los criterios de costas procesales que se aplican en los Juzgados y Tribunales.

Por supuesto que, tratándose de deontología profesional, el Código de la Abogacía es nuestra guía de actuación.